Quiropráctico Feliu | ¿Por qué me duele el cuello?
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¿Por qué me duele el cuello?

¿Por qué me duele el cuello?

El 68% de la población adulta sufrirá dolor de cuello o cervicalgia a lo largo de su vida. El dolor cervical viene a veces acompañado de dificultad para mover el cuello o rigidez, entumecimiento u hormigueo en hombros y/o brazos, e incluso dolor en la mandíbula o dolor de cabeza.

Pero, ¿por qué me duele el cuello?

Existen muchas razones, pero las estructuras más involucradas en el dolor cervical son los músculos, los nervios y las articulaciones vertebrales. A menudo el origen del dolor cervical se debe a malas posturas recurrentes, a accidentes de tráfico que generan un “latigazo cervical” o a otros golpes o caídas, a problemas visuales u a otra adaptación del cuerpo al medio.

Analicemos uno a uno los principales causantes del dolor de cuello:

1 Un músculo que no puede realizar su función de manera óptima sufrirá contracturas musculares, y es muy común entre la población escuchar “tengo el cuello muy cargado, duro como una piedra”. La mayoría opta por realizarse masajes descontracturantes de vez en cuando, que “deshace” estas contracturas, generando un gran alivio. Pero, ¿cuánto dura este alivio? Por lo general, poco: varios días, varias semanas con suerte. Y os preguntaréis por qué. Las contracturas son resultado de un mal funcionamiento del músculo, y al realizar un masaje local sólo se trata la secuela de ese mal funcionamiento. Pero si no se trata el origen de esa disfunción de manera eficaz, consiguiendo que el músculo recupere su función óptima, se tendrán molestias recurrentemente, pudiendo llegar a generar lesiones.

2 Asimismo, las vértebras se pueden desplazar ligeramente de su posición ideal, afectando a su movilidad, hecho que denominamos “subluxación”.  Esta puede desencadenar  una irritación e inflamación de las articulaciones posteriores entre una vértebra y su contigua, generando un síndrome facetario, así como afectar a la correcta nutrición y por ende resistencia del disco intervertebral, haciéndonos más susceptibles de sufrir una hernia discal. Y no nos podemos olvidar de la artrosis, un proceso degenerativo irreversible normal en edad avanzada, que cada vez más población sufre de manera precoz.

3 Tanto los músculos como las vértebras pueden generar un “atrapamiento” o irritación de un nervio. Esto genera un dolor que desciende por todo el recorrido del nervio, acompañado de una posible pérdida de fuerza (o función visceral) y de reflejos neurológicos. Esta es la explicación por la que algunos pacientes sufren dolor en el cuello y en una parte del brazo. Es muy importante recalcar que todas estas alteraciones pueden generar dolor sólo cuando el grado de degeneración es muy elevado, cuando la lesión es a veces irreversible. Conviene por tanto acudir a realizarse un chequeo al Quiropráctico aunque no suframos dolor, tanto para prevenir lesiones como para optimizar nuestra salud.

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